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¡EL ZOTOLUCO, EN FIGURA DEL TOREO; DIEGO SILVETI, INVENTOR DE FAENAS Y FERMÍN ESPINOSA “ARMILLITA IV

  • Manolo Herrera
  • 23 ago 2015
  • 6 Min. de lectura

Dos orejas, una para “Zotoluco”, la otra para Silveti y vuelta con mucha fuerza para “Armillita IV” el viernes 21 en la Rivera dentro de lo que fue la segunda corrida de feria agosteña 2015. El coso centenario registró un “lleno sin apreturas”, todos cabían, con un público ávido de ovacionar a los matadores Eulalio López “Zotoluco”, Diego Silveti y Fermín Espinosa “Armillita IV”, quienes se encargaron de lidiar un encierro bien presentado de la ganadería de Marrón, “corrida ligerita en peso ideal para la movilidad del toro”, la mayoría de ellos fueron cumplidores con los caballos de pica, ahora en cuanto a su comportamiento en la lidia les narró que el primero de la noche, el único toro no cárdeno de pinta, era de otra camada, tuvo un lado derecho muy bueno; el segundo, en lugar de embestir, “solo pasaba”; el tercero, con poca fuerza no funcionó; el cuarto, toro muy bueno, con mucha calidad en la embestida, merecedor sobrado de que se premiara con vuelta al ruedo, no fuer así, se le hizo de noche al juez, era el primer petardo de la noche; el quinto, otro toro que solamente “pasaba” y el sexto, muy deslucido, lo mataron pronto, regalaron al sobrero que a pesar de su poca fuerza fue bueno, solamente que se debía lidiar muy bien, aquí vino el segundo petardo de usía que narraré líneas más adelante.

Ahora vamos a ver como vi y observé esta segunda corrida de feria:

EULALIO LÓPEZ “ZOTOLUCO”, vistió de negro y oro para reaparecer en la Fermín Rivera. Para él fue el primero de la noche que bautizaron como “Marco” –los toros lidiados el viernes llevaron nombres alusivos al ganadero potosino Marco Garfias, recientemente fallecido-, número 172 y 471 kilogramos, negro entrepelado, cornivuelto, alto de agujas, a éste le dio las buenas noches con breves verónicas pues el toro se quedaba corto en la embestida.

Tres puyazos le dio Nacho Meléndez a “Marco” que empujó fuerte al caballo de pica.

Pero…si en el primer tercio estuvo breve con la capichuela “El Zotoluco” ya con la muleta volvimos a disfrutar su maestria, su poder y su categoría de figura del toreo, eso a pesar de que este primero de la noche seguía quedándose corto en la embestida por el pitón izquierdo y volvía pronto sobre el torero, es así que insistió más por el pitón derecho, de esta forma surgió un trasteo derechista, mandón, en la que sobresalieron aquellos cinco derechazos llenos de temple y largueza con esa su torerísima forma de hacer el toreo que con eso borró tajantemente el feo desarme que sufrió. Ya tenía ganada de menos una oreja pero…al tirarse a matar se le fue la mano abajo y dejó un espadazo caído. Silencio para “El Zotoluco” y aplausos para el toro.. Y…

…Vendría el cuarto de la noche, se llamó “Buen Amigo”, número 21 y 454 kilogramos, cárdeno claro y cornivuelto. Pronto comenzó la conferencia magistral de lidiar reses bravas a cargo de esta figura del toreo mexicano como lo es Eulalio López “Zotoluco”, ¿quién va a ser el guapo que quite del sitial de figura a este torero y lo mande a su casa?, creo que eso se va a tardar un poquito, por lo pronto ese viernes ha cuajado enorme faena a este gran toro de Marrón que tuvo mucha calidad en la embestida y conforme transcurría la faena el toro iba a más e igualmente el de Azcapotzalco que ya había ligado series con la izquierda y derecha templadísimos muletazos que despedía con cadencia para volver a colocarse en la distancia justa y volver a enganchar al de Marrón y seguir toreando a placer, tanto quye una buena parte del público pedía que no matara a “Buen Amigo”, claro que se debía matar al toro, no era de indulto. Se tiró a matar y dejó un espadazo entero que mata sin puntilla. Se le otorga una oreja e inexplicablemente el juez de plaza NO ordena se premie al toro con la vuelta al ruedo o minimo arrastre lento que bien merecido se había ganado el de Marrón. Se tira a matar y pincha, vuelve a irse tras la espada y cae prontamente el toro con aquel estoconazo entero en buen sitio. Se le concede una oreja, la guarda, ¿él para que quiere más retazos de toro?, da la vuelta al ruedo entre ovaciones.

DIEGO SILVETI.-Vistió de espuma y oro. El segundo de la noche fue para este irapuatense, se llamó “Potosino”, número 79 y 448 kilogramos, cárdeno bragado y delantero de cuerna, este toro más que embestir “solo pasaba”, soso, sin saql, al mque le dieron dos puyazos, en el segundo tuvieron que echarle el caballo encima para que acudiera al jamelgo de pica. Así que con este “Potosino” el fino diestro tuvo que echar mano del “magín” e inventar una faena que no tenía el de Marrón. De esta manera y avalada por su finura para interepretar el toreo y súmele usted la habilidad de Diego, así surgieron derechazos inventados con temple exquisito, más no había mucho que hacer y mató a este toro de dos pinchazos y dos descabellos. En esa tesitura de comportamiento en su lidia fue el quinto de la noche, también para Diego, se llamó “Ganadero”, número 153 y 485 Kg., cárdeno claro, otro cárdeno, Diego estuvo breve con el capotillo. Le dieron un puyazo a este toro, luego vinieron frías chicuelinas que no dijeron nada pero es que tampoco este morito no ayudaba. Nuevamente le vimos otra faena inventada a cargo del hijo del Rey David, aderezada con ese su gusto y sentimiento que le puso sabor que “Ganadero” no tuvo, así que con esos ingredientes toreros fueron brotando, por ejemplo, aquellos tres pases por alto, un desdén y uno de pecho fenomenales. A continuación vinieron series breves con la derecha, todo ello con enorme voluntad que el público se lo agradecía con aplausos, como colofón de ese enjundioso trasteo se adornó con cuatro manoletinas muy ajustadas para después tirarse a matar en un sensacional volapié que mató sin puntilla al quinto de la serie, se le concedió una oreja que Diego había ganado a ley.

FERMÍN ESPINOSA “ARMILLITA IV”, de blanco y oro debutó en la Fermín Rivera, torero de corte muy fino, eso lo trae de herencia. Recién togado como matador de toros. Tiene ese carisma de llegarle prontamente a los públicos, de ese carisma que no se compra en ninguna multinacional, sino que “eso” ya se trae. Bueno, para…el espigado Fermín fue el tercero de la noche, se llamó “Arquitecto”, número 143 y 446 kilogramos, cárdeno claro, bragado y delantero de cuerna, toro que llegó al último tercio muy mermado de facultades sobre todo de los cuartos traseros que lo hacían rodar por la arena, por eso se quedaba corto en las embestidas, además echaba las manos por delante y la cabeza arriba. Nada había que hacer. Lo mató de tres pinchazos, le sonaron un aviso y luego dejó un bajonazo…

…Con el sexto, de nombre “Intelectual”, número 137 y 482 kg., también cárdeno listón y delantero de cuerna, a este le toreó bien a la verónica rematadas con una revolera pero…fue “Intelectual” un toro deslucido y por ende sin calidad, en concreto tampoco había nada que hacer, así que decidió regalar el sobrero que llevó por nombre “Tunero”, número 84 y 445 kg., toro que llegó al último tercio de muerte con poca fuerza, al que se le debía torear a media altura e ahí la dificultad para lidiarlo, situación que resolvió acertadamente este fermincillo, fue buen toro, embestía con calidad y también, ¡vaya calidad de “Armillita IV” al hacer el toreo con aquellos pellizcos de arte, de sutileza torera tanto en los derechazos y naturales que le ligó al de regalo! Detalles de un torero fino que con ello puede alcanzar grandes alturas. Conjuntado todo eso con el mérito para cuidar al toro y arrancarle esas piezas toreras…

…Todo ese alarde de torerísimo lo vio la plaza entera menos…El juez de plaza que no le concedió a Fermín ni un pelo cuando había matado de una estocada entera en buen sitio, la concesión de una oreja se la había ganado a ley, la petición era unánime para que se le otorgara un apéndice, aquella petición duró varios minutos y las mentadas de madre hacia usía volaban de los tendidos hacia el palco barroco de la autoridad. El juez terco no concedió nada. Eso no es posible, jamás se le deben quitar méritos a los toreros. Qué pena eso haya sucedido en una tierra tan torera como San Luis.

Ante esa arbitrariedad y antitaurinismo, “Armliita IV” dio la vuelta al ruedo con el público entregado al torero de Aguascalientes que jure usted pronto lo veremos otra vez en el coso riverino. Cayó de píe Fermín Espinosa “Armillita IV” en San Luis Potosí.

Así fue como vi y observé la segunda corrida de feria agosteña en la Rivera.


 
 
 

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© 2015. Editor Psic. Edgar Alberto Sánchez Hernández

San Luis Potosí, México.

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