La aventura del aplauso.
- Edgar Alberto Sánchez Hernández
- 22 jul 2015
- 3 Min. de lectura
La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero.
Hermann Hesse
El aplauso tiene el don de cubrir con su manto a los héroes y a los elegidos, son pocos los hombres que tienen la responsabilidad de soportar tal sacrificio. El torero tiene ese límite ante el público, ser héroe y villano, un ser tan efímero y tan eterno que solo pocos tiene el orgullo de prevalecer en el colectivo social.

El día 22 de Julio de 2015, tuvimos la oportunidad de entrevistar al Torero Efraín Vargas “El poeta”, el escritor taurino Nelson Arreaza (2012), publica un texto donde se puede analizar la biografía del torero: «Nacido en Guatemala de padre colombiano y madre de origen francés, afincado en Cali ingresa a la escuela taurina de Cali en 1999 toreando por primer vez en una novillada sin caballos de seis en Cali en el año 2001, en el 2002 torea en Cali otra vez y en la novillada de seis corta dos orejas y sale a hombros siendo el triunfador del festejo y las únicas dos orejas, ese mismo año debuto en quito en una novillada de seis también en la cual sale triunfador pero sin corte de orejas por la espada, en ese mismo año se gana la novillada de terna en Cali, y al otro año 2003 torea en el concurso de novilleros a nivel nacional en la ciudad de Sogamoso Colombia, donde en total concursa con 21 novilleros saliendo triunfador del serial de tres novilladas y ganándose los trofeos al mejor novillero a nivel nacional en una tarde una oreja con un solo novillo y se gana el debut con caballos cortando dos orejas en un solo novillo también al día siguiente, a raíz de sus triunfos se gana la feria de Sogamoso del mismo año saliendo triunfador.» (Arreaza, 2012).
De tal manera, observamos un torero “aventurero” lleno de esa pasión de sobresalir con su arte, de no morir en el intento y ser olvidado, enfrentando la cuesta arriba: no pertenecer a un país con un tradición torera, emigrar a Colombia y competir mano a mano, enfrentarse a los sesgos culturales con el único afán de ser Torero.
Efraín Vargas “El poeta”, menciona que existe en él una pasión que se desborda, esperando ser liberada en la primera oportunidad de poder torear en México.
La ciudad de San Luis Potosí, ha sido desde hace poco tiempo su hogar, brindándole un lugar donde pueda torear ganados de la región. No olvidemos que el torero necesita torear, ahí está su arte y eso busca. El matador tomo la alternativa:
Efraín Vargas “El Poeta”
Alternativa: Palmira (Valle), Colombia. 16 de agosto del 2009.
Padrino: Ramiro Cadena.
Testigo: Héctor José Vergara.
Toro: “Simpático”, número 363, 460 kilos, de “Fuentelapeña.[1]

Así mismo, manifiesta un entusiasmo por estar en tierras potosinas, esperando y preparándose para ser llamado por parte de empresarios; buscar el aplauso y el cariño de los aficionados de la Tauromaquia; no olvidemos que los toreros nunca terminan de desarrollar su arte, se crea y se modifica constantemente, evoluciona y madura con el pasar de los años.
Esperamos que tenga buena fortuna, “duende” como lo llamaba el escritor López Velarde, y que continúe con la difícil tarea de ser un torero.
Fuentes:
http://www.torosenelmundo.com/noticias.php?id_noticia=609
http://www.torosenelmundo.com/noticias.php?id_noticia=227
[1] Arreaza, 2011.
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